El primer contacto comenzará con la sesión informativa, que no compromete a ninguna de las partes a tener que iniciar la mediación si no es su deseo, y puede desarrollarse de manera grupal o individual. Un profesional de la Mediación explicará a las partes implicadas en el conflicto el funcionamiento de la Mediación, los principios y características del procedimiento, coste, duración y se informará de todas aquellas cuestiones que sean consideradas de interés para la resolución del conflicto. En dicha sesión informativa, el mediador no entrará en profundidad en el tema conflictivo, aunque si le resultará muy útil para focalizar el conflicto, y a la vez, servirá a las partes enfrentadas para ver la dimensión de sus diferencias, y las consecuencias ante un proceso judicial.
Una vez iniciado el procedimiento (acta de inicio), constará de una o varias sesiones, y el mediador valorará y decidirá si se realizan de forma conjunta o por separado con cada una de las partes. Asimismo se pactará la frecuencia con la que se desarrollen las sesiones de mediación.
A la vista de la naturaleza del caso, de las características de las partes intervinientes, el mediador, elegirá entre alguna de las metodologías que existen. Fundamentalmente deberá optar por centrar su actividad en facilitar el diálogo y la negociación incrementando el nivel de neutralidad, y dejando que las partes sean las que vayan construyendo un abanico de posibles vías de salida del conflicto. El mediador provocará que las partes sean dueñas del proceso de racionalización que están protagonizando. No van a escuchar los consejos del mediador, sería labor de los abogados de las partes, a los que pueden consultar durante todo el proceso de mediación.
A la vista de la naturaleza del caso, de las características de las partes intervinientes, el mediador, elegirá entre alguna de las metodologías que existen. Fundamentalmente deberá optar por centrar su actividad en facilitar el diálogo y la negociación incrementando el nivel de neutralidad, y dejando que las partes sean las que vayan construyendo un abanico de posibles vías de salida del conflicto. El mediador provocará que las partes sean dueñas del proceso de racionalización que están protagonizando. No van a escuchar los consejos del mediador, sería labor de los abogados de las partes, a los que pueden consultar durante todo el proceso de mediación.